Babysitter Barcelona, consejos

La crianza de los hijos es un proceso que no está exento de dificultades

Cada día se va imponiendo un nuevo paradigma, más respetuoso y más amoroso, en la crianza de los niños.

En MissBabysitter podemos ayudaros a buscar estrategias para una crianza respetuosa y, sobre todo, os ofrecemos nuestro apoyo.

Lo que convierte a los padres en personas respetuosas es no huir del desacuerdo y establecer unos límites.

Esto último tienen que aprender a hacerlo casi constantemente. Los padres tienen que aprender a gestionar sus propias emociones, de manera que puedan mantenerse amorosamente conectados, al tiempo que establecen esos límites y tienen que aprender a lidiar con los enfrentamientos.

Estas estrategias ayudan también a los niños a que aprendan a gestionar sus emociones y a controlar su comportamiento.

Estar al mando no significa que los padres deban comportarse como un dictador, deben actuar como un líder y los buenos líderes dan ejemplo.

Lo que se espera de los padres respetuosos es que sepan escuchar y que traten de buscar el equilibrio, atendiendo las necesidades de todos, y que asuman su papel protector.

La crianza respetuosa significa que los padres aceptan la responsabilidad de proporcionar a sus hijos un ambiente de amor y de cuidados.

No significa ser controlador o punitivo o excesivamente laxo.

Por ejemplo, unos padres criados por padres muy estrictos, pueden cometer el error de pensar que no se está al mando si no se controlan todos los movimientos de su hijo. O puede que no quieran aplicar sus mismos métodos y no establezcan ningún límite.

Hay un dicho que dice que: cuando los hijos no tienen establecidos límites siempre empujan a los padres a sus propios límites.

Lo que se aconseja a los padres cuando surge el enfrentamiento es no recurrir ni a la lucha ni a la huida. Es el momento de recurrir a los límites establecidos y guiar a los hijos con empatía.

Los padres tienen que aprender a liberarse del sentimiento de culpa, a intensificar su auto-cuidado y a no perder la paciencia para volver a conectar con los hijos.

Una vez establecidos los límites, clara y amablemente, los padres deben usar toda su compasión

Esta es la mejor manera de que el niño tenga la seguridad y confianza suficiente para mostrar sus penas y temores. Si no hay más remedio, lo mejor es aceptar las decepciones del niño con tanta empatía como se pueda, incluso cuando su ira esté especialmente dirigida hacia los padres.

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