¿Cuáles son las rutinas más importantes de tus hijos?
Servicio de niñera comprometido, responsable y efectivo
Los niños son pequeñas esponjas. Poseen una gran capacidad de adaptación y aprendizaje, aspectos que pueden utilizarse para poder enseñarles ciertas pautas que les ayudaran en su desarrollo y crecimiento.
Cuando se contrata un servicio de niñera es importante saber qué rutinas son las que los niños poseen, qué actividades deben realizar en función del momento del día según sus costumbres.
Así, por ejemplo, el primer hábito que debe adquirir el niño es levantarse con antelación para no ir con prisas cuando debe ir al colegio. Esta costumbre le permitirá al niño hacer frente a las obligaciones que tendrá que asumir a lo largo de su vida de una forma mucho más sencilla.
Ir al baño nada más levantarse y lavarse la cara para despejarse es otra rutina que la niñera debe ayudar a asumir al pequeño.
Posteriormente, desayunar, la comida más importante del día con la que coger energía para afrontar todas las batallas del día a día. Hacerle ver la importancia de esta comida es vital para inculcar un buen hábito alimenticio.
Seguidamente es muy importante el aseo personal, y vestirse adecuadamente en caso de tener que acudir al colegio. En esta función el niño puede ir haciéndose autónomo, adquiriendo autonomía para asumir estas tareas por sí mismo, aspecto que le proporcionará una mayor seguridad en sí mismo.
En el caso de estar en edad escolar se debe acompañar al niño al colegio y recogerlo posteriormente.
Buenos hábitos
En el momento de la comida, es vital inculcar al niño la necesidad de lavarse las manos, hacerle partícipe en la tarea de poner la mesa, darle responsabilidades según su edad y posibilidades. Esta acción es muy recomendable llevarla a cabo entre los 18 meses y los 2 años, aprovechando que a ellos les encanta participar en este tipo de actividades.
Una acción interesante es acostumbrarle a comer siempre a la misma hora y a ser posible toda la familia junta.
Una costumbre muy extendida es que los niños tienden a levantarse de la mesa antes de haber acabado de comer. Es importante evitarlo para que aprenda que eso no es correcto.
Los menores de cinco años deben descansar después de comer
Al menos una hora de siesta es recomendable. Los niños más mayores, aunque no duerman es bueno que descansen después de comer.
Después de dormir el niño debe hacer los deberes. Si son menores de siete años con media hora de deberes es suficiente. A partir de esa edad el tiempo debe ir aumentando.
Costumbres, hábitos y pautas, el crecimiento de los niños debe ir marcado por estas rutinas para que tengan un desarrollo adecuado.